Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser Autor de eterna salvación para todos los que Le obedecen… Hebreos 5:8-9
El Señor Jesús también tuvo que sacrificar para obedecer a la Palabra de Dios.
No hubo, no hay y nunca habrá obediencia sin sacrificio.
Mientras que muchos quieren una vida perfecta apenas por medio de una oración,
nuestro Señor fue perfeccionado a través del sacrificio hecho en la cruz, y por eso salva a todos los que Le obedecen.
Ahí está la diferencia entre la fe sobrenatural y la fe religiosa. Mientras que la sobrenatural obedece, la religiosa no obedece.
La obediencia vale más que la adoración. Incluso porque la adoración válida, es aquella que es hecha en el Altar.
Si estoy en el Altar es porque estoy obedeciendo a la Palabra de Dios.
¿Serviría de algo adorar a Dios estando fuera del Altar, en la desobediencia?
Fuera del Altar son solo palabras bonitas, sin embargo vacías.
La adoración hecha en el Altar es aquella que es hecha en el sacrificio de obedecer a la Palabra de Dios.
Dios es Espíritu; y los que Le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:24
O sea, en el Altar, en el sacrificio de la obediencia.
Obispo Djalma