Entienda por qué hablar no tiene nada que ver con ser. La sociedad está necesitando personas posicionadas, honestas y que se comporten de manera coherente conforme a los valores que predican.
“Quiero un gobernador ético y honesto”; “Exijo un compañero que sea fiel por toda la vida”; “No entiendo por qué no soy ascendida en mi trabajo”; “Voy a la iglesia, pero Dios no me bendice”. Muchas personas quieren que el otro tenga una posición correcta, sin embargo, actúan de una manera corrupta en sus vidas. “Decimos que la ciudad está inmunda, que no puede llover porque si no se inunda, pero ¿quiénes son los que tiran basura en las calles? Las personas exigen de los demás lo que ellas mismas no dan”, observa la psiquiatra Roberta França.
Esa frase conocida: “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago” se está poniendo en práctica. “El problema es que actuar de esta manera termina por generar mucha inestabilidad y falta de confiabilidad. La sociedad está débil, ya no creemos en los discursos porque estamos cansados de ver comportamientos inmorales. Es común que alguien que no soporte un robo de alta escala acepte un vuelto de más o se cole en una fila”, agrega la pedagoga y analista comportamental Mariza Baumbach.
Actuar de manera contraria a lo que se exige del prójimo revela rasgos de hipocresía. “La palabra hipocresía tiene origen en latín y en griego, en ambos, tiene que ver con la representación, como la que hace un actor, un fingimiento. En este sentido, podemos concluir que se considera hipócrita la persona que juzga al otro por un comportamiento, acción u opinión cuando estas son similares a las suyas. El hipócrita finge que posee valores que no tiene”, observa Mariza.
¿Usted respeta al prójimo?
Un ejemplo claro de actitud hipócrita en el día a día es cuando el cónyuge le exige respeto y fidelidad a su pareja, pero no actúa de la misma manera.
Según la psicóloga Juliane Cordeiro, en la vida amorosa, además de la traición, hay muchos casos de hombres y de mujeres que cuando están lejos de sus parejas creen que es gracioso faltarles al respeto, ya sea en grupos de WhatsApp, al compartir fotos de hombres y mujeres, o a través de conversaciones. “Eso, además de hipocresía, representa inseguridad y un desvío de carácter. La verdad es que estas acciones algún día salen a la luz y la persona sufre las consecuencias. Por lo tanto, es necesario mirarse a sí mismo e intentar mejorar”.
Con respecto a la prosperidad y a la familia
Otro comportamiento nocivo está relacionado con la vida profesional. Muchos empleados se quejan mucho, exigen demasiado y son poco productivos. Con respecto a la crianza de los niños también se debe tener cuidado. Todos los especialistas que fueron escuchados en este reportaje dijeron unánimes que no hay nada que tenga más impacto en la educación de los hijos que el comportamiento de los padres.
Dios no me bendice
En el área espiritual también podemos ver ejemplos de actitudes hipócritas. Una de las más comunes es exigirle a Dios bendiciones y respuestas, y diariamente no actuar como un hijo Suyo. “Son esas personas que están en la iglesia, pero nunca se entregaron a su Amado, a nuestro Señor Jesús. Incluso, mienten, no perdonan, son falsas, hipócritas, tienen malos ojos, juzgan a los demás”, explica el obispo Edir Macedo.
¡Sea!
Muchas situaciones demuestran la incongruencia entre palabras y actitudes. “El hipócrita se caracteriza por la meticulosidad. Son maestros en pequeñeces, fieles a cosas pequeñas, pero negligentes en las importantes. Se esfuerzan por mostrar exteriormente lo que no son en el interior”, describe el obispo Macedo.
La armonía y la felicidad solo existen cuando la persona es coherente. ¿Duele asumir que es hipócrita, mentiroso y deshonesto? Si, ¡duele! Pero es mejor asumirlo y cambiar, que vivir para siempre una vida de engaño y destinada al fracaso físico, emocional y, principalmente, ¡espiritual!
Dios dejó Sus mandamientos para el que quiera acercarse a Él. Sin embargo, también le dio el libre albedrío al ser humano. En Proverbios 19:3 está escrito: “La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego contra el Señor se irrita su corazón”.