Nosotras, que tenemos dos hijos, siempre observamos cuán diferentes son el uno del otro…
Tengo una hija y un hijo, cada uno tiene su carácter, que es muy diferente del otro, sin embargo, mi amor y el de mi esposo por los dos no es diferente. Sabemos que cada uno reacciona de una manera distinta ante las diversas situaciones, pero una cosa es cierta, ellos tienen nuestros rasgos, y se nota que son nuestros hijos.
El mismo sacrificio hecho por uno es hecho por el otro, sin restricciones, pues los hijos a los ojos de los padres siempre requieren cuidados.
¡Es como si no los viéramos crecer! Por eso, mírese a usted misma y no haga diferencias entre ellos.
¡Besitos y hasta la próxima!
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