Si a usted le parece que el espacio físico donde vive – barrio, ciudad, país -, colabora con su infelicidad o sus dilemas y problemas, es importante detenerse y evaluar mejor su vida de un modo en general. Ahora, si cree que huir de ellos y mudarse a una ciudad distante, por ejemplo, arreglará las cosas, cuidado: usted solo estará transfiriendo estos problemas de un lugar a otro.
El conferencista y autor del libro “50 Tonos para el Éxito” J. Edington, destaca este tema en su obra y hace importantes comparaciones con nuestra vida cotidiana.
Sin darnos cuenta, muchas veces, transferimos nuestros problemas al ambiente que vivimos cuando – en realidad – están dentro de nosotros.
“…si no cambia lo que hay en su interior, no va a servir de nada. ¿Vio esas ganas de dejar todo e irse lejos? No se soluciona cambiando el lugar en el que está su cuerpo, sino cambiando el lugar en el que está su mente. Cambie su padrón de pensamiento y su vida cambiará. El éxito no está relacionado al lugar en el que usted está, sino el que hay dentro suyo. Eso puede parecer repetitivo, pero es verdad”, dice en el libro.
Cambiar de ciudad o de país sin solucionar su problema interior es una trampa, garantiza el autor, pues “El cambio de ambiente solo funciona cuando su interior está estructurado, de lo contrario, puede llegar a sentirse más perdido, porque aunque usted consiga librarse de los problemas relacionados al lugar, otros problemas surgirán en otro lugar, tal vez hasta peores. Y usted tendrá que solucionarlos”, destaca.
Edington resalta, incluso, que el lugar nunca ha sido sinónimo de fracaso o de victoria, como por ejemplo los personajes bíblicos Adán y Eva, que incluso estando en el “Paraíso”, fracasaron, mientras que el Señor Jesús venció en el desierto.
Y continúa: “Lot fracasó en valle del río Jordán y Abrahán venció en el desierto. Así que no diga que el problema es el lugar, porque el lugar no hace diferencia. Lo que hace la diferencia es lo que está dentro de usted. El poder de cambiar una situación difícil siempre estuvo en el ser humano, no en Dios”, reflexiona.
“¿Hasta cuándo cargará eso en su cabeza? Lo que es difícil para nosotros es fácil para Dios. Lo imposible para nosotros es posible para Dios. Hay personas adictas a decir “es difícil”. Saque de su cabeza que es difícil. Su felicidad no puede estar sujeta a ningún lugar, a ninguna situación externa”, aconseja.
Temas como esos y tantos otros son abordados en el Congreso para el Progreso, la reunión que se realiza los lunes a las 8, 10, 16 y 20h en Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o vea las direcciones de la iglesia más cercana a su hogar ingresando aquí. Participe este lunes.
(*) Extraído del libro “50 Tonos para el Éxito”, de J. Edington.
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