Muchas personas viven buscando a un culpable para sus fracasos. Si el salario que recibe no es suficiente “la culpa es de la empresa en la que trabaja”; si siempre está en último lugar en algo es “porque los que estaban presentes eran más calificados”; si promueven al compañero de trabajo, “probablemente lisonjeaba a los jefes”; etc. Las excusas están siempre en la punta de la lengua de las personas que se hacen las víctimas de todo y de todos. Sin embargo, difícilmente analizan los reales motivos por lo que no salen del lugar y nunca evolucionan.
“No culpe a su patrón, a su padre, a su madre, a su profesor, al Gobierno o a la falta de oportunidad. Probablemente su vida no está de la forma que le gustaría porque usted tiene miedo de definir metas y perseguirlas”, destaca el escritor Jadson Edington en el libro “50 tonos para el éxito“.
Perseguir sus objetivos exige muchas renuncias, la primera de ellas es renunciar a nuestros propios miedos. Cuando nos acostumbramos a determinadas situaciones, tendemos a sentirnos cómodos y satisfechos. Algunas veces tenemos inclusive la sensación de estar “protegidos” de los desafíos. La zona de comodidad es agradable, pero salir de ella es la mejor forma de superación. Aunque duela bastante.
Y si usted cree que aún no está listo para la oportunidad que tanto sueña, cambie su pensamiento. “No espere sentir que está listo. Usted está listo cuando decide estarlo. Renuncie a ese lugar cómodo de donde apunta el dedo para los otros y distribuye las culpas”, aconseja Edington.
Auto victimización
El escritor advierte que, a pesar del sentimiento de coraje que muchos tienen, es necesario estar atento a las actitudes y a los pensamientos, que pueden entrenarlos a tener pena de sí mismos y a auto victimizarse.
Reconocer que usted nutre ese sentimiento en algunas ocasiones es el primer paso para revertir eso. El ser humano naturalmente tiene esa tendencia, tal vez porque no está dispuesto a asumir las consecuencias de sus acciones o por temor de alguna elección.
“Es necesario tener una buena dosis de humildad para salir de la posición de víctima. Aunque realmente esté siendo perseguido, su forma de encarar la situación es lo que hace la diferencia”, explica el autor.
Confianza en Dios
“Confía en el SEÑOR, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.” Salmos 37: 3-6
La confianza en Dios es el camino para fortalecerse y no dejarse guiar por los propios sentimientos. El éxito o el fracaso dependen solo de nosotros mismos; es el fruto de las elecciones que hacemos.
“Aunque usted no pueda controlar la situación, puede controlar su reacción. Y es justamente su reacción la que determina el resultado. Si elige aceptar la posición de víctima, jamás será un vencedor. Deje de hacerse la víctima. Es la única forma de salir de esa situación”, recomienda Edington.
Si usted necesita más confianza en sí mismo, participe de las reuniones del Congreso para el Progreso, que se realizan todos los lunes, en la Universal. Ingrese aquí para conocer la dirección de una iglesia más cercana a usted.
¿Este artículo lo ayudó? Deje su comentario.
[related_posts limit=”15″]