Un estudio llamado Framingham, publicado por el diario de la Universidad de Oxford (Inglaterra), presentó resultados alarmantes para quien se ha dedicado más de lo que debería a la vida profesional: la falta de vacaciones aumenta considerablemente las posibilidades de problemas cardíacos.
Los científicos evaluaron a mujeres durante dos décadas y llegaron a la conclusión de que los que no tienen descanso por 6 años presentan el doble de posibilidades de fallas en el corazón que aquellos que tienen receso dos veces al año.
La publicación también incluye una segunda investigación, que afirma que trabajar más de 10 horas por día aumenta un 80% las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón. Este efecto podría ser causado por la larga exposición al estrés psicológico.
Otro problema causado por el exceso de trabajo es la depresión. Según el estudio Whitehall II, realizado por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma (Italia), quien trabaja aproximadamente 11 horas por día tiene un 100% más de posibilidades de ser depresivo que los que trabajan 7 u 8 horas.
Todos esos resultados demostraron, una vez más, la importancia de mantener una vida equilibrada.
Produciendo más y mejor
Los científicos de la Universidad de Uppsala (Suecia) afirman que los que vuelven de las vacaciones presentan mejores resultados psicológicos que otros empleados y, consecuentemente, producen más y mejor.
El descanso también está asociado al aumento de creatividad. Las largas jornadas de trabajo producen una caída en las funciones cognitivas y otros síntomas que llegan incluso a la disminución en el vocabulario.
El adicto, sin embargo, raramente se da cuenta de su problema. “Es claro que la persona está demasiado ocupada para verlo. Como cualquier adicción, el trabajo la hace sentirse realizada, feliz consigo misma, aunque sea por un momento. Los elogios de las personas que admiran su dedicación hacen que ella quiera trabajar aún más”, explica el escritor Renato Cardoso, creador del Proyecto IntelliMen.
Como cualquier otro adicto, el workaholic (término en inglés para definir a las personas adictas al trabajo), para satisfacerse, se dedica cada vez más al trabajo, esperando resultados cada vez mejores. Incluso, esos resultados nunca llegan, justamente por el comportamiento exagerado del propio trabajador.
Señales que pueden indicar exageraciones en la vida profesional
“El equilibrio no es solo una ley de la física, sino también de la vida. Una vida saludable, abundante, feliz, está compuesta del éxito en varias partes: salud mental, necesidades materiales suplidas, buenas relaciones, sentido de realización y paz de espíritu (fruto de una relación con Dios)”, explica Renato. “Eso quiere decir equilibrio en su vida. Si usted se enfoca mucho en una y no lo bastante en otra, causará un desequilibrio, y las cosas comenzarán a salirse del lugar: problemas de salud, relaciones perturbadoras, depresión, ansiedad, vicios, falta de dinero, etc.”
Responda sinceramente, para sí mismo, las preguntas a continuación y vea si usted está exagerando en la vida profesional:
-¿Lleva trabajo a casa más de la mitad de la semana?
– ¿Suele hacer más horas extras que las que hacía antiguamente?
– ¿Se siente improductivo al descansar, aunque sea un poco?
– ¿Su familia le reclama por la falta de atención?
Si usted respondió “si” en alguna de esas preguntas, es hora de evaluar su comportamiento.
No permita que su vida se perjudique por este vicio. Participe en el Congreso Para el Progreso, que se realiza todos lunes, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, o en la iglesia más cercana a usted, y sepa cómo crecer profesionalmente con equilibrio.
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