Adelina Figueroa y José de la Cruz García encontraron la solución a todos sus problemas en la Universal de Belgrano. Ellos llegaron a la iglesia en una situación difícil, las enfermedades y los conflictos familiares, sumados a los problemas económicos y espirituales habían destruido prácticamente por completo a toda la familia.
“Los médicos me hacían estudios y no me encontraban nada, solo querían operarme para ver por qué estaba así. Yo tenía la mitad de mi cuerpo paralizado, sufría con hemorragias continuas, dolores de cabeza constantes y desmayos, en ese estado no podía atender a mi familia ni hacer las cosas de la casa. Además, tenía insomnio, escuchaba pasos en mi habitación y me daban ataques de pánico porque me seguía una sombra negra, así no podía ni salir de mi casa.
Frecuentemente discutíamos con mi esposo por mis problemas de salud y por la miseria en que vivíamos. Todos los días había peleas, maltratos, incluso él llegó a golpearme, recuerdo que no podíamos sentarnos tranquilos a la mesa porque siempre había una discusión. A veces mi esposo se iba de la casa por tres o cuatro días y después regresaba porque me extrañaba, pero las peleas seguían igual.
En ese tiempo el trabajaba pero no cobraba, yo no podía trabajar por mi estado y teníamos muchas deudas, por eso tuvimos que vender la televisión y los muebles para poder comer. Nos faltaba comida, ropa, llegué a salir a juntar cartones y botellas para poder darle de comer a mis hijos. Lo poco que mi esposo dejaba en casa para comer yo lo gastaba en curanderos, pero mi vida seguía igual”.
Ella se acercó a la Universal luego de ver un testimonio con una historia similar, pensó que era la última puerta que golpeaba. Era tanto el sufrimiento que cargaba que se entregó a Dios por completo. “El cambio no sucedió de un día para otro, pero mi vida fue cambiando a medida que usaba mi fe. Así mi matrimonio fue transformado, mi esposo pudo cobrar todo el dinero que estaba trabado, pagamos todas las deudas, yo me sané completamente, no me quedaron secuelas de la parálisis, la hemorragia cesó y los dolores y ataques de pánico desaparecieron, por lo que pude comenzar a trabajar. Hoy mi familia está unida, comemos y vestimos lo que queremos porque todo fue transformado en nuestra vida”, finaliza sonriendo.
La Universal en Belgrano
En el año 2010 la Universal llegó a la barrio rosarino de Belgrano. Hoy se encuentra ubicada en un local en el que se ayuda a las personas que necesitan encontrarse con Dios. Sito en la Av. Mendoza 7789, esquina Carranza, la Universal abre sus puertas de lunes a viernes a las 8, 10, 16 y 20 h, mientras que los domingos se realizan reuniones a las 7:30, 9:30 y 18 h. Si desea comunicarse con la Iglesia para pedir oración o hacer alguna consulta, puede llamar al 0341-457-9084.
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