Este hombre comprendió que solo teniendo una alianza con Dios es posible tener una vida bendecida: “Cuando empecé, mucho no entendía, hacía cualquier cosa, entonces me fue mal en el trabajo y me fui de ahí.
Después, quise poner mi propio negocio y me fue mal. Todo fue de mal en peor, perdí todo, me sentía deprimido.
Después de un tiempo, entendí lo que tenía que hacer, cuál era mi problema e hice bien las cosas y empecé a recuperar todo lo que había perdido. Ahora tengo un trabajo bueno. Fui creciendo, hoy tengo personas a cargo, gano muy bien, tengo una vida muy buena con mi esposa, gracias a Dios”.
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