“ Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” Mateo 5.23-24
Para acercarse al Altar, lugar Santo, hay que tener el corazón limpio, sin resentimientos. Si acaso recuerda algún dolor de un hermano contra usted, reconciliase primero con él para luego hacer su ofrenda. Eso es lo que Dios requiere de cada uno de nosotros.