Como madre o padre, hay problemas que están fuera de tu alcance, por más que te esfuerces por ayudar a tus hijos, no puedes cambiar la situación.
En este momento entra la fe sobrenatural, lo que no puedes hacer, Dios puede.
Si tu hijo es rebelde, se junta con malas amistades, tiene adicciones, no obedece, y sientes que has hecho de todo, has hablado, enseñado, dado amor, llevado al sicólogo y todo sigue de la misma manera, entonces hay que luchar en oración, para que Dios haga el milagro de la transformación y la liberación.
Nunca pienses que su hijo no tiene remedio, confía en el poder de Dios y usa tu fe.
La Biblia nos muestra el ejemplo de la mujer cananea, su hija estaba totalmente endemoniada.
Ella no pertenecía al pueblo judío y por lo tanto no tenía derecho a las bendiciones, pero fue detrás de Jesús clamando por ayuda y aunque al principio Él no le prestó mucha atención, su perseverancia fue tan grande que Jesús tuvo que bendecirla. (Mateo 15:21-28)
El amor de madre, la animó a tomar una actitud de fe y luchar hasta el final sin rendirse.
Y tú, ¿tienes fe para luchar o haces todo por la fuerza de tu brazo?