Las madres siempre sienten inseguridad con los cuidados del primer bebé. Si ese es su caso, no se preocupe: eso es muy normal y común. Después de los meses de espera, llega el momento de agarrar a ese bebé tan pequeñito en el regazo. Ir a casa con ese pequeñito tan frágil y tan dependiente hace que la mujer reflexione sobre la responsabilidad que es tener un hijo.
“¿Seré capaz de amamantarlo como necesita? o “¿cómo será la rutina en casa con el nuevo integrante de la familia?” Esas son algunas cuestiones que pasan por la cabeza de todas las madres. ¡Después de todo, un hijo no viene con manual de instrucciones! Pero recuerde que compartir sus dudas con personas que ya pasaron por eso ayuda mucho. Es importante leer sobre el tema. Oír las historias de las abuelas y tías también es bueno. Una familia es un grupo en el que cada persona cuida y cela por el bienestar de la otra.
Ser madre es un eterno aprendizaje y eso nadie lo duda. Toda madre se equivoca con sus hijos y por eso no se debe sentir culpable. Somos personas y cometemos errores, pero eso no significa que no hicimos lo mejor. Hay un esfuerzo constante para tomar siempre las mejores decisiones para nosotros y, especialmente, para nuestros hijos.
En cuanto a los cuidados de los primeros meses, es muy importante llevar a los pequeñitos al médico y mantener siempre un seguimiento con un pediatra confiable, alguien con quien usted pueda contar en cualquier momento. Los bebés recién nacidos suelen tener muchos cólicos y dolores de oído, por ejemplo. Para una madre primeriza, eso puede ser desafiante. De a poco, la madre comienza a entender bien lo que quiere decir el llanto. Ella después sabe cuándo el llanto es por dolor, por hambre o maña. Tal vez él quería solamente que lo tome en los brazos, un cariño.
Son noches sin dormir, además de muchas exigencias y responsabilidades. No podemos dejar de mencionar que los aprendizajes son también muchos. Poco a poco, la madre va conociendo a su bebé. Es parte de los desafíos de la maternidad descubrir cada acción, cada gesto del pequeño hijo.
Otro cuidado importante en los primeros meses: las visitas de familiares y amigos. Hay parejas a las que no les gusta recibir visitas en las primeras semanas, porque se preocupan con la exposición del niño. Otros desean compartir los buenos momentos al lado de su hijo y les gusta presentárselo a todos. Eso es algo muy personal. Lo que debe tenerse en cuenta es la higiene, además del respeto de los horarios de alimentación y el descanso del bebé.
Poco a poco, la familia va aprendiendo más sobre el bebé y él se adapta al núcleo familiar. Todo se acomoda y usted, que pensó que no iba a poder con esa responsabilidad, percibe cuantas cualidades y competencias tiene. El descubrimiento de la maternidad es algo muy agradable. Todos los días usted, mujer, tendrá novedades en su vida familiar.
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