María Angélica Rodríguez tenía una fuerte depresión, estaba en tratamiento psicológico y psiquiátrico y tenía que tomar tres clases distintas de medicamentos. Lo que desató este problema fue una separación de pareja.
Él la dejó y ella lloraba día y noche, no comía, solo quería terminar con su vida. A este dolor se le sumaba la pérdida de familiares. Además tenía problemas de tiroides y mal de Chagas.
Todo este sufrimiento la llevó a intentar suicidarse en dos oportunidades. La primera vez tomó dos cajas de antidepresivos, pero solo durmió tres días; la segunda vez fue a la estación para tirarse debajo del tren, pero cuando estaba a punto de hacerlo se vio en el cajón y a sus hijos llorando, eso la detuvo. En esos momentos María Angélica desconocía que Dios tenía otros planes para ella.
Días después escuchó la programación de radio de la Universal y decidió participar de las reuniones. Solo Dios podía cambiar su situación, entonces perseveró en las cadenas, en los propósitos y en la Hoguera Santa hasta que fue libre de la depresión y de las enfermedades. Al usar su fe se liberó del sufrimiento, se sanó y venció todo lo que la había lastimado en el pasado.
Dios restauró todo, hoy ella es una mujer realizada en lo sentimental, está felizmente casada. También aprendió a conquistar económicamente y compró su casa propia. Hoy María Angélica disfruta cada día de esta nueva vida junto a su familia. “Puedo decir que estoy feliz, puedo ver la bendición de Dios sobre mi vida”, afirma sonriendo.
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