Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Marcos 8:36
El hombre más rico del mundo actualmente es Bill Gates, con una fortuna de 79 mil millones de dólares. Para que usted tenga una idea de cuánto dinero eso representa, si él gastara cien pesos por segundo, todos los días, 24 horas por día, necesitaría vivir 55 años más para gastar toda su fortuna (eso si no gana ningún centavo durante ese período).
Aun así, Bill Gates no es dueño del mundo. Su fortuna representa una infinitésima fracción de las riquezas en nuestro planeta. Imagínese que alguien logre un día ser el dueño de todas las riquezas existentes, al punto de hacer que Bill Gates parezca un mendigo. Jesús dijo que su alma vale más que la fortuna de ese alguien.
¿Usted logra darse cuenta del valor de ella?
Lamentablemente, la mayoría de nosotros no tienen idea de nuestro propio valor. Por eso, valoramos a muchos y a muchas cosas por encima de nosotros mismos.
Cuando usted absorbe este Pensamiento de Jesús sobre el valor de su alma, nunca más se mirará al espejo de la misma manera. Nunca más aceptará que la opinión de los demás lo haga sentirse disminuido. Nunca más cambiará su alma por supuestas riquezas de este mundo. Nunca más despreciará a Aquel que lo valoró tanto.
Yo oí a muchos decir que el alma de alguien no tiene precio. La verdad es que el precio de mi alma y de todas las que creen en Él costó la vida de mi Señor Jesús. Ahora imagínese Su valor.
Aplicación: Valore a su alma y a Quien la valoró por encima de toda la riqueza de este mundo.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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