«… puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la Fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y Se ha sentado a la diestra del Trono de Dios. Considerad, pues, a AQUEL que soportó tal hostilidad de los pecadores contra Sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón. Porque todavía, en vuestra lucha contra el pecado, no habéis resistido hasta el punto de derramar sangre…» Hebreos 12:2-4