Porque aún no hay FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMENTO.
«En aquellos días llegó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, diciendo: Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado».
Mateo 3:1-2
«Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región alrededor del Jordán; y CONFESANDO SUS PECADOS, eran bautizados por él en el río Jordán.
Pero cuando vio que muchos de los fariseos y saduceos venían para el bautismo, les dijo: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? POR TANTO, DAD FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMIENTO…».
Mateo 3:5-8