Cuando Dios decidió revelar sus pensamientos a Abraham demostró Su confianza en el hombre
“…habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino del Señor, haciendo justicia y juicio, para que haga venir el Señor sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.” (Génesis 18:18-19).
Reflexionando en el versículo, podemos notar que la decisión de Dios en revelar a Abraham lo que estaba por hacer, demostró el nivel de intimidad y relación de confianza que existían entre ambos. Además de eso, la señal que puso en evidencia el carácter del Altísimo en Abraham fue que Dios decidió comunicarle a un simple ser humano lo que estaba por hacer.
El obispo Edir Macedo también destaca que Abraham es un ejemplo para todos los cristianos, pues él era una persona que razonaba y usaba su fe, aún viviendo rodeado de personas con distintas religiones y creencias. “Abraham vivía en una tierra que tenía muchas religiones, unos creían en el sol, otros en los animales y hasta en las estrellas, pero Abraham, aunque vivía en un lugar pagano, no dejó de creer en Dios y en sus promesas”, dijo el obispo Macedo durante el mensaje transmitido por la IURD TV.
“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”, (Génesis 12:2-3).
Basado en este versículo el obispo explicó que la primera palabra que Abraham escuchó de Dios fue: sal de tu tierra y de tu parentela. Dios le propuso a Abraham dejar su pasado y después hacerlo una gran nación. “Abraham vivía en una nación idólatra, que robaba y se prostituía. La iniquidad reinaba en esas personas. El pecado es una maldición implacable que esclaviza a la persona”, explicó el obispo.
Continuó: “Dios no puso oro en la mano de Abraham pero si ideas, que una vez puestas en práctica, trajeron resultados y beneficios. Nosotros sabemos que una persona que piensa y vive basada en el pensamiento es capaz de sacar fuerzas de debilidad, una vez que ella se da cuenta del potencial sin medida que existe en su interior. Entonces cuando tiene una idea que viene de Dios, nadie es capaz de detenerla. Los pensamientos se transforman en ideas, que se transforman en palabras, que se transforman en acciones, que se transforman en hábitos y cuando usted pone en práctica los pensamientos que vienen de Dios, no hay forma de que no se realicen”, afirmó.
El pensamiento común en la época de Abraham era que el padre debía enriquecer a sus hijos. Desde esta óptica, el futuro de Abraham ya estaba garantizado. Dejar la casa de su padre sería considerado algo totalmente fuera de lo común e incomprensible.
Fue justamente eso que la fe le pidió: Abraham renunció a su lugar y, en consecuencia, a su futuro. La fe pasó a pedirle cosas fuera de lo común: dejar la seguridad de su hogar, cambiar lo seguro por lo incierto. Todo obedeciendo a un Dios desconocido, de quien no sabía nada, ni siquiera Su nombre.