OSADÍA (1 Reyes 17:1) – Porque tuvo coraje de declarar que no iba a llover mientras él no determinase que lloviese, solo para afrontar al “dios Baal”, que era considerado el señor de la fertilidad y de la lluvia.
OBEDIENCIA (1 Reyes 17:9) – Porque Dios ordenó que él fuese hasta una viuda de Sarepta, y él obedeció. Humanamente, ¿qué tenía para ofrecer la viuda en la condición en la que vivía? Pero incluso así, él obedeció.
FE DEFINIDA (1 Reyes 18:18) – Porque no tuvo miedo ni se sometió a la idolatría impuesta por el rey Acab y Jezabel.
INTREPIDEZ (1 Reyes 18:22-24) – Porque, incluso estando solo en el Monte Carmelo, tuvo disposición para lanzar el desafío del fuego.
ENTREGA (1 Reyes 18:30-15) – Porque no titubeó en colocar en el Altar lo que lo pondría en la total dependencia del Fuego de los Cielos (Espíritu Santo).
ORACIÓN SINCERA (1 Reyes 18:36-38) – Porque al orar no reclamó gloria para él, sino que Le dio toda la gloria a Dios y, por aquella actitud, de una sola vez, hizo que todo el pueblo reconociera que ¡SOLO EL SEÑOR ES DIOS! JAJAJAJA
Muchos quieren que su familia y sus amigos reconozcan que su Dios es el verdadero Dios y se vuelvan a Él, pero ¿cómo? Es simple: HACIENDO QUE DESCIENDA EL FUEGO (ESPÍRITU SANTO) EN SU VIDA, ¡ELLOS LO RECONOCERÁN!
Ese era el Espíritu y el Poder de Elías: OSADÍA, OBEDIENCIA, FE DEFINIDA, INTREPIDEZ, ENTREGA Y ORACIÓN SINCERA. Si el Señor Dios encuentra en nosotros estas características y actitudes, ¡EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO DESCIENDE!