El obispo Edir Macedo aclaró este tema durante la reunión de la «Noche del Alma» el pasado miércoles, 16 de marzo. Sepa más al respecto:
Durante la reunión de la «Noche del Alma», el obispo Edir Macedo abordó un tema que pocas personas buscan saber: «¿Por qué la ira de Dios permanece sobre la vida de algunas personas?».
Lo que muchos no entienden es que no es suficiente estar dentro de una iglesia o conocer las Sagradas Escrituras, es necesario entregarse verdaderamente a Dios.
«Quiero mostrarles por qué muchas personas no reciben al Espíritu Santo, incluso estando en la iglesia, confesando a Jesús como su Salvador, conociendo la Biblia y siendo fiel en la iglesia. [La verdad es que] la persona niega al Señor Jesús y a causa de eso viene la ira de Dios que permanece sobre ella», dijo el obispo.
Vea lo que la Biblia dice al respecto:
«Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia…» Colosenses 3:5-6
El obispo explicó que «la ira de Dios permanece sobre los rebeldes, sobre los que escuchan la Palabra y retrasan su entrega al Señor Jesús, porque quieren “disfrutar” un poco de este mundo», comentó el obispo.
Además, alertó que, «si usted cree de verdad en el Señor Jesús y Lo tiene en su vida, tiene la protección de la oración que Él Le hizo al Padre; ¡si no hizo de Él el primero en su vida, es porque no creyó y está lejos de la protección de la oración que Jesús hizo!».
¿Cuál es esa oración? Léala a continuación:
«Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que Me diste; porque Tuyos son…» Juan 17:9
Un pacto entre usted y Dios
El obispo les explicó a todos que el que realmente cree se entrega, «si creo en Jesús, sigo rigurosamente Su Palabra, si no creo, todo se vuelve una mentira. La creencia es un pacto entre usted y Dios», dijo.
Y reforzó que «muchos cristianos viven en el pecado creyendo que la gracia de Dios lo tolera, pero el pecado es lo que provoca la ira de Dios sobre las personas, es el pecado lo que las hace sufrir. ¡La decisión es nuestra! Cuando recibimos al Espíritu Santo, Él instruye nuestro espíritu para que podamos tomar la decisión correcta», añadió.