¿Vio aquella persona que lo alegra con solo una mirada o simplemente por estar a su lado? Usted no tiene que estar tan cerca de ella para sentirse de esa manera, pero parece que ella siempre tiene lo que usted necesita. Eso no sucede cuando una persona es rencorosa, desanimada y malhumorada. En este caso, si la persona llega al lugar todos se alejan.
¿Por qué algunas personas no tienen facilidad de atraer a otras cerca? Las mujeres vacías en su interior pueden convertirse en personas nerviosas y maliciosas. Ellas siempre están con mala cara. Normalmente, defienden que esa es su forma de ser y que los otros deben aceptarlas como son. Lógicamente uno no tiene que cambiar por los otros, pero nadie nace con mala cara, con miedo o inseguridad. Esas características se adquieren con las experiencias a lo largo de la vida.
Siendo agradable
Esta postura poco agradable ha perjudicado a muchas personas, es como si ellas levantaran un muro a su alrededor. Nadie quiere convivir con alguien así. ¿Y qué hay que hacer para cambiar esta postura cerrada e introspectiva? El secreto para ser una persona naturalmente agradable y atraer nuevas amistades es invertir en su relación con Dios. A través de la comunión con Dios, los traumas y las marcas del pasado se pueden superar. Dios nos conoce mejor que nosotros mismos. Él sabe nuestras limitaciones, debilidades y nuestro potencial.
Cuando tiene una relación con Dios, el Espíritu Santo potencia sus cualidades y le da otras. Sucederá una transformación en su interior, que se reflejará en su exterior. Así, usted tendrá fuerzas para vencer y derrumbar los muros que la cercan. Su relación con las personas se transformará. Dejará de ver a las personas con quien no tiene afinidad o con quien no se lleva bien como irrelevante. Y verá cómo es posible tener una buena relación con todos a su alrededor, aún con aquellos que no se identifica.
Cuando una persona tiene el Espíritu Santo, ella tiene características en su espíritu que le hacen bien a ella y a todos lo que conviven con ella. La escritora Ester Bezerra relata una experiencia sobre este tema en su blog. Ella cuenta que, durante un viaje a Israel, con las integrantes del Godllywood, se dio cuenta que el grupo llamaba la atención de muchas personas. Ester recuerda que, cuando fueron a almorzar, el restaurante estaba vacío, pero algo atrajo clientes rápidamente al lugar. “La gerente nos insistió para que volvamos, porque algo en nosotras la hacía con que se sienta muy bien. Obviamente ellos no sabían que el perfume del Espíritu Santo en nosotras hacía toda la diferencia”, cuenta Ester.
El Godllywood tiene como objetivo ayudar a mujeres en cualquier situación, desde que realmente quieran ser ayudadas y moldeadas para convertirse en una mejor mujer.
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