Débora y Juan habían pasado por momentos difíciles en varias áreas de su vida. Débora estuvo a punto de recibir un trasplante de hígado y su matrimonio estaba en una situación delicada. Es por eso que decidieron viajar al Templo de Salomón para renovar sus fuerzas espirituales:
“Viajamos al Templo de Salomón con el objetivo de agradecer a Dios por haberme librado de un trasplante de hígado. También porque estábamos teniendo luchas en el matrimonio. Con tantos problemas, necesitábamos una renovación espiritual”, recuerda ella.
Él recuerda lo difícil que fue viajar: “Cuando decidimos hacer el viaje, no teníamos las condiciones, pero Dios fue armando todo y nos dio más de lo que pensábamos.
Llegar al lugar fue una experiencia extraordinaria e inexplicable. Fuimos renovados espiritualmente.
Estábamos pasando luchas, hicimos propósitos y lo presentamos allí, Dios nos respondió y hoy tenemos un matrimonio pleno, varias puertas fueron abiertas”.
Ella describe su experiencia: “Gracias a Dios la experiencia superó mis expectativas. Estar ahí me llevó a comprender que, así como Dios bendijo a Abraham, Él bendeciría mi vida. Así fue que volvimos con la certeza de la victoria y nuestra vida cambió. Vivimos un matrimonio pleno. Tengo la seguridad que la gloria del Templo, también se verá en todas las áreas de mi vida”.
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