“Tengo algunos problemas con mi novio. Estamos juntos hace seis meses, pero en los últimos cuatro solo hemos discutido. Él dice que no me entiende, y que lo que siente por mí se está terminando y que, si yo quiero continuar con el noviazgo, tengo que luchar por él, reconquistarlo. Él está lastimándome mucho con esas palabras. Hace tres semanas que no salimos. Él me gusta mucho, pero en este momento, no quiero actuar por el sentimiento, quiero casarme con la persona correcta, que me trate bien y me ame.” – Amiga.
Respuesta:
Vamos a pensar con la cabeza y no con el corazón: el casamiento es un paso muy serio y no podemos hacer la vista gorda de lo que sucede, creyendo que, por el simple hecho de amar a una persona, vamos a ser felices.
Piense conmigo, si en el comienzo del noviazgo, etapa en la que el muchacho está conquistando a la chica, haciendo de todo para agradarla, él ya manifiesta una agresividad con palabras, eso no es una buena señal. Pues, si ahora ya existen tantas peleas y problemas, imagine cómo será después de casarse, cuando los dos tendrán que convivir todo el tiempo.
Esté atenta a las señales: Dios siempre muestra, de alguna manera, cuando una relación no va a funcionar. No permita que esos detalles pasen desapercibidos, usted necesita estar atenta y actuar con inteligencia.
No insista con un noviazgo que va mal desde el comienzo, que no tiene futuro. Es mejor sufrir ahora, por poco tiempo, que ser infeliz para siempre.
Cuidado con el corazón. Vea lo que la Biblia dice con respecto a él, no se puede confiar él: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”, (Jeremías 17:9).
(*) Respuesta retirada del blog de Tánia Rubim.
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