“Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia” Deuteronomio 30:19
Los cielos y la tierra son testigos del aviso y de la propuesta de Dios para todos, la bendición y la maldición, y que una de ellas debe ser escogida por la propia persona. Y el Supremo Señor nos orienta a elegir la mejor opción, la Vida con Su Bendición. Y quien la rechaza, será maldito con muerte eterna en el lago de fuego y azufre.