“El crisol es para la plata y el horno para el oro, y al hombre se le prueba por la alabanza que recibe.” Proverbios 27:21
Dios prueba el corazón del hombre todo el tiempo. En su fe, coraje, bienes, en su vanidad e incluso en las alabanzas que reciben. Pero aquellos que sirven a Dios, saben que todo proviene de las mano de Dios y no de sus propias condiciones.