“El vicio tiene cura.” Esta fue la afirmación que despertó la curiosidad del médico psiquiatra y conferencista Davi Vidigal sobre el Tratamiento de la Cura de los Vicios, realizado los domingos, en la Universal de João Dias, en San Pablo (SP). (Foto de al lado) Con 25 años de experiencia en el área de psiquiatría, Vidigal cuenta que se sorprendió con el trabajo desarrollado con los dependientes de alcohol y drogas.
“El hecho de colocarle a un adicto que puede obtener la cura y superar ese obstáculo permite que él levante la cabeza y no se sienta perdedor, sino ganador. Esto es esencial para que el tratamiento tenga efecto. Me parece fantástico”, dice.
El psiquiatra critica los métodos que consideran a la dependencia como un problema sin solución. “Siempre me pareció lamentable cualquier tipo de tratamiento que muestre que la persona es incapaz, que jamás lo logrará”, afirma.
Él agrega, sin embargo, que no se debe descartar los conocimientos de la medicina. Vidigal aconseja que hasta las personas que dejaron de consumir drogas realicen una consulta médica para eventuales diagnósticos de enfermedades relacionadas a la adicción.
El psiquiatra elogia el seguimiento realizado con los participantes de los encuentros dominicales en la Universal. “El adicto es motivado a superar el deseo por la droga y comienza a fomentar otros valores en su vida. Y las reuniones durante la semana ofrecen soporte emocional”, analiza.
Trayectoria
Hace dos años, Vidigal hace viajes por Brasil y otros países de América del Sur, a bordo de una casa rodante, en búsqueda de acciones de bien, que promuevan la felicidad y la calidad de vida de las personas. La actividad hace parte del proyecto Happy Trip World – la psiquiatría sin fronteras. “Encontré en el Tratamiento de la Cura de los Vicios una gran acción de bien”, resume. “Es diferente de lo que dice la medicina sobre la dependencia, pero, del punto de vista práctico, es extremadamente eficiente”, revela.
“No tiene precio”
Durante un encuentro del tratamiento, Vidigal insistió en dar un testimonio, que está disponible en You Tube. Él admitió que ha tenido prejuicio contra la Universal. “Es muy fácil criticar lo que no conocemos, yo mismo lo hacía. Pero quiero decir lo siguiente: no tiene precio salvar una vida. Los que tienen un familiar con problema de drogas y quien vive con ese problema conoce el dolor, la frustración que es ir al médico y, que en menos de tres minutos, lo mande a su casa con una receta en la mano. Sabe lo frustrante que es estar internado en un hospital psiquiátrico lejos de todo, salir y recaer. No tiene precio lo que se realiza aquí”, declaró.
Eficiencia
Responsable del Tratamiento de la Cura de los Vicios, Cláudio Lana (foto de al lado) destaca el trabajo desarrollado en la Universal. “Hemos demostrado la eficacia de la fe en la recuperación de los adictos a las drogas. ¿Por qué no recurrir a la fe, cuando otras instituciones afirman que el vicio no tiene cura?”, pregunta.
Lana cuenta que le presentó al psiquiatra 15 personas que superaron los vicios a través del tratamiento. “Davi Vidigal conoció directamente varios casos, conversó con las personas, hizo preguntas. Algunas dijeron que tuvieron varias internaciones, tomaron remedios y pasaron por psiquiatras antes de llegar a la Universal”, cuenta.
Cuatro décadas
Wilson Coelho, de 60 años, (foto de al lado) vivió a más de cuatro décadas de lucha contra el vicio de las drogas. Durante el período, él pasó por cuatro sobredosis, intentos de suicidio y varias internaciones en clínicas de recuperación. “Comencé cuando tenía entre 12 y 13 años. Primero fue la bebida, el cigarrillo, después marihuana, anfetaminas, probé todo tipo de drogas. Después cocaína, 15, 20, 30 cápsulas y bebía dos botellas de agua ardiente todos los días. Una médicas dijo que mi cuerpo creó una enzima, una tolerancia a la droga”, relata.
Por causa del vicio, él abandonó los estudios y pasó tiempo alejado del trabajo. La relación con sus dos hijas y familia no era buena. “Era mucho sufrimiento. La prioridad del adicto no es la familia, ni el hijo ni la esposa. La droga reemplaza todo lo que está en primer lugar en su corazón. Mi vida siempre fue una broma”, explica.
Wilson revela que su vida cambió hace un año y cinco meses, cuando aceptó la invitación de su hermano para participar en el Tratamiento de la Cura de los Vicios.
“Cuando llegué ya sentí un impacto, vi personas siendo curadas.” Un día después, él dijo que ya no sentía ganas de consumir cocaína. “Me desperté sin ganas de consumir, de beber, algo inexplicable. En 40 años eso nunca había sucedido. Entonces, pensé: “estoy curado”, argumenta.
Desde ese momento, él nunca más dejó de frecuentar los encuentros en la Universal. “Es algo tan precioso, es de Dios realmente. Ahora, hasta el aroma de la bebida me hace mal. Tuve cambios físicos y de actitud, no ando más con las mismas personas, volví a acercarme a mis hijas, engordé 35 kilos. Las personas van creyendo de a poco en uno”, concluye.
El Tratamiento para la Cura de los vicios se realiza todos los domingos a las 15h en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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