“Yo soy joven y quiero aprovechar mi juventud, pero mi mamá es una mujer de Dios. Entonces, ¿puedo ser salva por su fe? ” – Amiga
Respuesta:
Amiga,
¡Claro que no! Ni siquiera sería justo ¿no es verdad? Imagínese si usted trabajase todo el mes con dedicación y empeño, nunca llegara tarde y siempre buscara hacer lo mejor en todo y, por otro lado, su amiga, que siempre hace las cosas de cualquier manera, que siempre llega tarde e incluso falta muchas veces, recibiera el mismo sueldo y privilegios que usted. ¿Sería justo eso? ¡De ninguna manera!
Con respecto a la salvación, es igual. La vida eterna al lado del Padre, donde no habrá más tristeza, dolor ni injusticia, es un privilegio solo para aquellos que decidieron negar las voluntades de la carne para hacer la voluntad del Padre.
Si usted considera que la salvación es realmente importante, entonces invertirá en ella. Usted es quien decide.
(*) Respuesta extraída del blog de Cristiane Cardoso.