Entre el roble: grande, robusto, fuerte, y el bambú: delgado, alto… ¿cuál es el más fuerte?
Por increíble que parezca, el bambú que se dobla es más fuerte que el roble que resiste a doblarse, y por eso es derrumbado.
Esta sencilla comparación revela una verdad profunda sobre nosotros, padres: la rigidez no siempre es fortaleza, y la flexibilidad no es debilidad.
Muchos padres se han comportado como robles: duros, superexigentes, inflexibles y dominadores. Y en esa postura han generado dolor, distancia e incomprensión en sus hijos.
El domingo 5 de octubre realizamos en la Sede Nacional de la Universal en Argentina el reENCUENTRO de las Familias. Aunque algunos padres participaron por la primera vez de un Evento del Grupo FTU y estaban contrariados, Dios Sabía por qué ellos se habían identificado con varias de las 12 preguntas de la Encuesta que fue realizada entre los Padres.
No estás solo.
Y el hecho de pedir ayuda a uno de los Consejeros o Matrimonios de Pastores no era señal de debilidad, sino de amor, arrepentimiento y responsabilidad en querer ser un mejor padre o una mejor madre para sus hijos.
Y por eso les hago esta pregunta: ¿Cómo reconstruir el vínculo paternal, maternal y familiar?
Es necesario que haya:
- Comunicación afectiva: hablar con el corazón, no solo con autoridad.
- Tiempo compartido con presencia real: no solo estar, sino estar con ellos.
- Acompañamiento Pastoral y profesional: cuando sea necesario, buscar guía y apoyo.
Ser padre o madre no significa:
– Tener todas las respuestas.
– Ser perfecto.
– Ser exitoso o bueno en todo.
Pero sí significa:
– Estar dispuesto a usar la fe en Dios de forma práctica.
– Reconocer errores.
– Escuchar con humildad.
– Aprender y crecer junto a tus hijos.
“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”. Colosenses 3:21
Este versículo nos recuerda que el trato que damos a nuestros hijos impacta directamente en su ánimo y en su corazón.
Nos llama a evitar actitudes que los frustren o los hagan sentir incomprendidos, solos o condenados.
Y nos invita a cultivar una relación basada en:
– Respeto
– Amor
– Disciplina
– Paciencia
– Fe
Tenés que ser un padre que edifica, no que desgasta.
No seas como el roble que se quiebra o es arrancada por no ceder.
Sé como el bambú, que se dobla con el viento, pero permanece firme en la raíz.
Nuestra Raíz es el Señor Jesús. La Fuerza y la Sabiduría es el Espíritu Santo. La compasión es el fruto de la restauración.
Vos que sos padre, que sos madre que necesitás ayuda y una Orientación específicamente, hablá con uno de los Consejeres del Grupo FTU o el Matrimonio de Pastor, estamos acá para ayudarlos.
¡Nos vemos en breve en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas