Pero somos humanos y no siempre somos tan fuertes. La tendencia es que la fe se debilite cuando estamos abatidos, porque no es algo que funciona sola. Depende de uno. Y si estamos débiles…
Por otro lado, fue justamente a causa de la fe que muchas personas que estaban abatidas, o incluso en el fondo del pozo, lograron levantarse nuevamente. ¿Cómo hacer esto?
No hay una fórmula básica, única.
Algunas personas tienen un método muy interesante: le cierran las puertas a lo que las distrae. Todo lo que las desvía de un pensamiento claro es dejado de lado, y la mente funciona con más claridad. Visualizan una solución, no el problema.
Esto tiene sentido. Cuando estamos mal, tendemos a ver todo mal. Y eso puede ser peor. Enfocándose en las cosas correctas y buenas a realizar, usted sigue adelante, se levanta.
Y además: ¿ya ha visto esa historia de la cigarra que solo pasaba el tiempo cantando mientras que las hormigas trabajaban en el verano? En el invierno, la cigarra no tenía alimento y moría de hambre, y las hormigas tenían su depósito lleno, sobreviviendo hasta que el sol volviera con más fuerza. Algunas personas hacen lo mismo: saben oír a Dios y Sus enseñanzas en la prosperidad, en la salud, en la alegría, para entonces, tener más fuerza espiritual cuando los problemas llegan. Usted, con seguridad, ya ha visto a personas así de fuertes, pero no había pensado en Quién consiguieron esa fuerza.
Es un viaje. De vez en cuando los paisajes son lindos, la brisa es muy agradable, los restaurantes son los mejores. Otras veces, llueve, nieva, no se puede ver muy lejos, falta agua y comida. De una forma u otra, la caminata tiene que continuar. Solo sabe si vence o pierde quien no culpa al tiempo y paga el precio para ver, dirigiéndose hacia el destino. Reúne fuerzas y prosigue. Cuando sabemos que no estamos solos, esto fortalece nuestra creencia.
Por eso, quien no se cuida espiritualmente tiene la fe debilitada, e incluso deja de creer en Dios, en el Señor Jesús, porque su terreno es fértil para la semilla de la duda. Culpan a Dios por la desgracia. Por otro lado, quienes se ejercitan en el Espíritu Santo día a día, aun cuando todo está muy bien, tienen una postura diferente en el momento difícil.
Estos son los que vencen.
Son los que entendieron lo que está en este texto, escrito hace milenios. Entiéndalo usted también. Es su turno de vencer. Participe del “Ayuno de Daniel”, que se extiende hasta el día 10 de octubre. Sepa lo que usted puede y no puede hacer durante este período para alcanzar el Espíritu Santo.
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