¿Usted ya escuchó a alguien hablar sobre los libros que formaron el Pentateuco de la Biblia? Esa expresión se trata de los “Libros de la Ley”, o también, “Los Libros de Moisés” (Lucas 24:44).
Cuando Moisés recibió de Dios la instrucción de liberar al pueblo hebreo de Egipto y guiarlo hasta la Tierra Prometida por el desierto, fue necesario registrar las leyes y los consejos del Señor para Su pueblo.
Los hebreos vivían como esclavos desde hacía mucho tiempo, por eso, para establecerse como una nueva nación, necesitarían adecuarse a las voluntades del Creador. Ellos carecían de una referencia que los condujera al camino correcto, y esa referencia vino por medio de la Palabra de Dios.
Los libros de la Biblia que formaron el Pentateuco – que en griego significa “los cinco pergaminos” – son los cinco primeros:
1) Génesis: cuenta la génesis (el principio) de toda la historia de la humanidad;
2) Éxodo: enfatiza la liberación y formación del pueblo de Dios;
3) Levítico: trae un conjunto de códigos de leyes establecidas por Dios para Su pueblo;
4) Números: rescata la trayectoria, de 40 años, del pueblo hebreo por el desierto;
5) Deuteronomio: hace observaciones sobre la relación de Dios con Su pueblo.
Los judíos lo llaman Pentateuco de Torá.
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