Es siempre una discusión óptima en administración de personal “qué es ser un buen profesional. Pero antes de saber quién es un profesional bueno o no, tenemos que entender lo que en realidad implica ser un profesional.
En mi opinión, no existe el llamado profesional, pero sí, un ser humano que actúa bien, o no tan bien en su función profesional. Parece semántica, pero no lo es, pues de la misma manera, en esencia, no existe buen o mal marido, padre, amigo, etc., existen personas que viven esos papeles, de acuerdo con su carácter y creencias, por ejemplo.
De esta manera, lo que es necesario evaluar en el desempeño profesional, además de sus aptitudes técnicas para el trabajo, es si esa persona que está actuando en esa función profesional es ética, solidaria, útil, responsable, entre otras cualidades inherentes a una persona de bien. Entonces, ser un buen profesional o no, depende también de que quien está ejerciendo la función profesional sea o no una persona de bien.
Piense cuánto ganarían las empresas en desempeño y productividad, si esas cualidades descritas arriba fueran analizadas mínimamente con la misma importancia que las aptitudes técnicas (gerenciales o no). Con eso, habría una mejora significativa en la productividad y la competitividad.
La actual crisis de valores instalada en el mundo, reflejada en el sistema financiero, en la violencia urbana, en la disgregación familiar y otras tantas áreas de la sociedad, no podría dejar de repercutir también en el área profesional. Por ese motivo, de la misma forma en que comenzamos a cuestionar esas distorsiones de la sociedad, también es un momento ideal para revaluar los llamados Recursos Humanos de una empresa.
Lo que pude observar en mis casi 35 años en el mundo corporativo y empresarial es que avanzamos mucho en la gestión de los Recursos Humanos, pero todavía son “recursos”, y solo serán “humanos” cuando podamos personalizar a cada colaborador, como persona, con características personales diferentes y únicas. ¿Es mi sueño? Creo que no, pues si el objetivo de una empresa es tener rentabilidad y mejorar la productividad con responsabilidad social, y de forma sustentable, ese puede ser un buen camino para que veamos que el dicho “ponerse la camiseta de la empresa” pase a ser una realidad.
Piense en eso, y verá que encontrar un buen profesional va a depender, también, de encontrar a una buena persona.
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