La Biblia muestra en Lucas, la historia de una mujer que vivió encorvada durante 18 años. Fueron casi dos décadas en las que ella solo podía vislumbrar el piso. Sin embargo, todo lo que necesitó para salir de eso fue conocer al Señor Jesús, Él enderezó su cuerpo. La Biblia dice: “Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.”, (Lucas 13:11-13).
El príncipe de la sinagoga cuestionó al Señor Jesús por hacer milagros los sábados. Pero Jesús respondió a su demanda: “Y a esta hija de Abraham, que satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”, (Lucas 13:16).
Comparando con los días actuales, muchos están postrados como esa mujer, cualquiera sea el área de su vida. ¿Cuál es el motivo de que estén así? Posiblemente, existe un problema espiritual que está causando esas situaciones negativas.
El Obispo André Cajeu asegura: “La Palabra de Dios está repleta de ejemplos en los que el Señor trató los problemas de orden maligno en las personas. Muchos problemas suceden porque no se liberaron del espíritu que causa ese mal.
Cuando ese mal, causante del problema es arrancado, el problema se resuelve y todo vuelve a la normalidad”.
Hora de actuar
•Abandonar el pecado y limpiarse de la tristeza.
•Eliminar las dudas y los malos pensamientos por medio de la meditación en la Palabra de Dios.
•Ponga al Señor Jesús como el primero en su vida, por encima de todo lo demás.