El Ayuno de Daniel es una renuncia de 21 días de información, contenido audiovisual y entretenimiento secular. Con el único objetivo de alcanzar el bautismo en el Espíritu Santo. En este Ayuno, usted podrá tener una comunión más íntima con Dios. Para ello tenga en cuenta los siguientes consejos:
-Deshágase de todas las actividades innecesarias que lo desvían de Dios.
-Deje de lado el entretenimiento que no le suma nada a su vida.
-Medite en la Palabra de Dios, todos los días, el máximo de tiempo que pueda.
-Ore, ayune y fortalezca su vida espiritual con contenido cristiano.
-Acompañe el portal Universal.org.ar y el blog del obispo Macedo.
-Escuche la programación de radio Buenos Aires y Red Aleluya.
Participe del Ayuno de Daniel y experimente la respuesta que usted ha buscado toda su vida.
“Jamás olvidaré la experiencia que tuve en el Ayuno de Daniel”
La vida que llevó Jéssica Ocampo hizo que acumulara complejos: “Era una chica con traumas, dolores, enfermedades y odiaba a mis padres.
Recuerdo las agresiones, la violencia y la miseria que se vivía en mi casa. Eso me hacía vivir nerviosa, era agresiva, antipática y no tenía ganas de vivir. Cuando llegué a la iglesia, fui liberándome del pasado, solo que el vacío que sentía en mi interior seguía estando.
Después de un tiempo, escuché hablar del Ayuno de Daniel y supe que era mi oportunidad de ser feliz, decidí sacrificar mi voluntad e hice todo lo que me indicaban en las reuniones para que Dios me llenara con Su Espíritu.
Participaba de las reuniones, oraba de madrugada y leía la Biblia aun más. En el propósito del Ayuno recibí el Espíritu Santo, todo mi ser fue transformado.
Valió la pena entregarme a Dios. Hoy soy feliz, desde ese día quiero que todos conozcan el poder del Espíritu de Dios”, cuenta Jéssica con una sonrisa.
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