La enfermedad de un individuo puede influir, de alguna u otra manera, en su entorno. Los familiares de personas que sufren dolencias graves son propensos a desarrollar trastornos depresivos debido al estrés que genera esa situación.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista médica Qatar Medical Journal, tres de cada cuatro familiares que asumen la responsabilidad de cuidar a un ser querido con una afección crónica terminan sufriendo depresión. “El desgaste que implica transitar por el proceso de mantener a un ser querido en el hogar, con los cuidados que requiere, crea una situación de angustia en las personas de la familia abocadas a su cuidado que a veces concluye con severas enfermedades de los familiares”, aseguró al diario La Nación el doctor Silvio Pederiva, especialista en cuidados paliativos.
Independientemente de la gravedad de la enfermedad, los allegados de los pacientes pueden sufrir emocionalmente y preocuparse por el estado de salud del familiar afectado. Sin embargo, la manera más eficiente de enfrentar esta adversidad es usando la fe en favor de ese ser querido y confiar en que Dios puede restaurar por completo su salud.
La fe vs. los sentimientos
En una ocasión, se Le acercó a Jesús un hombre desesperado y Le pidió ayuda, ya que su hija estaba gravemente enferma y necesitaba un milagro. Cuando Jesús entró a la casa del hombre, notó la conmoción de los familiares debido a la muerte de la niña:
“Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de Él. Mas Él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba…” Marcos 5:39-42
El Señor Jesús tuvo que sacar de la casa a los familiares porque estaban visiblemente afectados por la situación y eso podría influir directamente en la fe de los padres de la niña, porque las acciones impulsadas por los sentimientos neutralizan el poder de la fe.
Si un familiar suyo se encuentra enfermo, participe de la Reunión de Sanidad que la Universal realiza los martes y, a través de la fe inteligente, él será curado.
Participe todos los martes a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
Si en su localidad rigen las medidas sanitarias que le impiden participar de las reuniones de manera presencial, usted podrá hacerlo de manera online, a las 20 h, a través de:
La radio Red Aleluya FM 106.3 y en todas sus repetidoras del país o por Radio Buenos Aires AM 1350.
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