Muchas veces pensamos que “descansar en Dios” es simplemente venir a la iglesia, hacer caridad, recitar algunos versículos Bíblicos, ser honestos y esperar que Él Haga todo sin que nosotros tengamos que «mover un dedo». Pero el descanso del que habla el Señor Jesús es mucho más profundo.
Él Dijo:
“Venid a Mí (…) y Yo os haré descansar”. Mateo 11:28-29
Descansar en Dios es intercambiar cargas
- No significa ausencia de luchas, problemas, tentaciones, persecuciones o necesidades.
– Significa caminar con la fe, la esperanza y la confianza de que Jesús está a nuestro lado para hacer lo que no podemos.
– El yugo se vuelve más ligero porque Él carga el peso más grande: nuestras fallas, limitaciones, debilidades y voluntades.
«Tomad Mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí, que Soy Manso y Humilde de Corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS». Mateo 11:29
¿Ves que hay que intercambiar cargas?
- Esto es lo que el Señor Jesús nos Invita a hacer: «Entrégame tu sobrecarga —voluntades— y toma la Mía —Voluntad—, así encontrarás descanso para tu alma».
¿Cómo entregar nuestras cargas en oración?
– Reconocer: “No puedo resolver este problema…”.
– Admitir: “No puedo cambiar a esta persona…”.
– Aceptar: “No puedo muchas cosas…”.
– Pero sí puedo entregar el peso más grande: mi propia voluntad.
Descansar en Dios no es pasividad, es negarnos a nuestra voluntad. Es confiar en que Él lleva lo que nosotros no podemos cargar, mientras nosotros seguimos caminando en fe, obediencia y esperanza.
El verdadero descanso no está en dejar de luchar, sino en saber que no luchamos solos.
- Una Revelación transmitida a miles de personas en el Encuentro de las Familias en Florencio Varela, Buenos Aires.
¡Nos vemos en breve, en la IURD o en las Nubes!
Obispo Julio Freitas
