Muchas mujeres reclaman la falta de sensibilidad de su marido o que ni siquiera es capaz de cambiar el foco que se quemó. Que él podría lavar los platos ya que llegó más temprano. Que debería salir de delante de la TV o del celular y acompañarlas al shopping o a pasear a algún lugar solo para que estén un rato juntos.
Siempre hay reclamos acompañados de chantaje emocional y melodrama mexicano tratando de sensibilizar a su pareja. Lo que ellas no saben es que, aunque tengan razón, el momento y la manera taxativa en la que piden o mandan a hacer las cosas son razones por las que se desgasta la relación.
¿La única que tienen la culpa soy yo?
Claro que usted no es la única responsable por los actos de su marido, pero si usted desea tanto que su marido cambie, necesita dejar que él haga eso por sí mismo. Nunca pensó que quizás el prefiere ir a jugar al fútbol con sus amigos para evitar sus constantes reclamos. O que quizás prefiere la casa de su mamá porque ella le cocina más de lo que usted lo hace.
Marina Simas de Lima, psicóloga, terapeuta matrimonial y fundadora del Instituto del Matrimonio dice que cada uno necesita entender y asumir su parte en la relación “Todas las actividades y papeles que van a ser desempeñados, tanto profesional, familiar y social, precisan ser alineados así como los propósitos y valores en común deben estar ajustados a la expectativa de la pareja. Es preciso llenar la expectativa de cada uno”, dice.
Algunas de las actitudes pueden minar las expectativas y contribuir a que cualquier proyecto de relación conjunto se derrumbe. Ignorar los esfuerzos de él y amenazar con separarse ante cualquier discusión empeora la situación. Esperar sentada que el cónyuge mejore, como si fuera un pase mágico es peor. “La madurez y el cambio llevan un determinado tiempo. No sirve imponer el cambio a su pareja, lo mejor es que usted cambie primero. Cuando una persona cambia, quien está a su lado va a necesitar adaptarse y generará una nueva forma de interactuar. La peor cosa que existe es estar esperando que el otro sea el que cambie”, aconseja la especialista. “La mujer necesita comprometerse con el deseo de cambiar para salir de su área de confort”, finaliza.
Actitudes que ayudan en el cambio de su carácter
• Cuente hasta diez: No vale la pena discutir por cosas que se pueden resolver a través del diálogo. Respire profundo y piensa dos veces antes de comenzar o seguirle la corriente a una pelea.
• Hágale saber qué cosas son importante para usted: No espere que él adivine lo que quiere hacer o lo que le quiere decir. Abra un diálogo que vaya en ambas direcciones. Preocúpese también por saber cuáles son las cosas que le preocupan o que le dan placer.
• Analice reacciones: Que su primera reacción no sea enojarse, gritar o comenzar una discusión. Plantéele sus preocupaciones, dudas o enojos piense antes de hablar. Que sus reacciones no sean desmesuradas o apáticas, sino que puedan conectar para replantear las cuestiones de otra manera.
• Sea su mejor versión: Preocúpese por sentirse cómoda con usted misma, física y espiritualmente, de esta manera se sentirá más segura y plena y podrá llevar una relación sana con el otro.
• Sea políticamente correcta: A veces lo mejor es sacar a flote lo positivo y dejar de lado lo negativo para que, calmadas las aguas se pueda volver a entablar un diálogo desde otro punto de vista.
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