Quien busca un cambio primero debe reconocer que está haciendo mal las cosas. Esto no quiere decir que esté haciendo todo mal, sin embargo, es fundamental detectar todo lo que no funciona y poner manos a la obra.
Todos tenemos que mejorar en muchos aspectos, pero no se puede hacer todo a la vez. Por eso, le recomendamos empezar con tres áreas de su vida en las que debe mejorar con más urgencia. Piense en cosas que harán una gran diferencia en su vida, lo más rápido posible.
Algunos ejemplos de áreas de la vida y posibles mejoras:
• Hábitos alimentarios: dejar de comer por gula, sacar la mitad de las frituras, reducir el azúcar, comer más frutas, etc.
• Relaciones: vencer la timidez, dejar de ser rudo al hablar, brindar más atención a la persona amada, oír más y hablar menos, etc.
• Carácter: abandonar definitivamente la mentira, mantener siempre la palabra, ir hasta el fin en lo que comience (dejar de desistir en medio del camino), ser responsable y confiable en todas sus responsabilidades, etc.
• Espiritual: priorizar la lectura y la meditación de la Biblia, ser menos emotivo y más racional, crear el hábito de consultar a Dios en oración, no faltar a las reuniones de la iglesia los domingos y miércoles, etc.
• Económico: dejar de gastar dinero en cosas superfluas, dejar de querer impresionar a los demás con bienes materiales, ser más generoso y menos mezquino, etc.
Son solo algunos ejemplos para ilustrar; probablemente usted tendrá que pensar en los suyos propios. Obviamente, no puede ser algo que usted haga fácilmente. El desafío está en la dificultad, algo que le demandará un esfuerzo para cambiar y mejorar. ¡Usted puede!
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