¿Ha notado que después de hacer algún tipo de ejercicio físico se sintió más dispuesto y activo para llevar a cabo otras actividades, incluso las relacionadas más con la mente que con el cuerpo? Según diversos estudios neurológicos, esta relación no es casual: es directa. Ejercitar el cuerpo no solo trae beneficios a la salud física, sino que también ayuda a que el cerebro funcione mejor.
Para realizar todo tipo de ejercicio físico se activa el sistema nervioso. Por ejemplo, para mover una pierna, es necesario que el cerebro se lo comunique a su cuerpo. Las actividades aeróbicas, como pedalear, nadar, caminar y correr, provocan un aumento en el flujo sanguíneo al cerebro y también activan la producción de sustancias químicas responsables por regular el sistema neurotransmisor. Las neuronas crean incluso más conexiones, llamadas sinapsis y también se producen nuevas neuronas.
Esto se llegó a la conclusión en un estudio dirigido por la neuróloga noruega Astrid Bjornebekk. Ella y sus colegas estudiaron el cerebro de las ratas de laboratorio después de correr en la rueda de la jaula. También encontraron que correr tiene un efecto similar a la de los antidepresivos en el cerebro.”Caminar o correr no solo mejora el funcionamiento de los sistemas musculares, respiratorios y cardíacos, sino también la mente”, afirma Astrid.
El hipocampo es la parte del cerebro que más se beneficia con las actividades físicas. Allí surgen más neuronas y es el área responsable por el aprendizaje y la memoria. Para mejorar su salud mental, no es necesario mucho: basta con que siga el consejo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 30 minutos de caminata diaria, que es suficiente para ejercitar su cuerpo, su mente y prevenir diversas enfermedades.
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