Rosana Parra enfrentaba una realidad que es cotidiana para muchas mujeres. Ella era víctima de las agresiones de su esposo. Cada día que pasaba se sentía peor, era muy doloroso recibir malos tratos de la persona que amaba. Esta situación hizo que entrara en depresión y las consecuencias directas fueron el nerviosismo y el insomnio que cada vez se acentuaban más.
“Mi marido me golpeaba, me maltrataba, por eso intenté suicidarme cortándome las venas y tirándome debajo de un auto”, cuenta al recordar esos momentos difíciles. Pero ese no era el único problema que la afligía. Ella sufría además con problemas económicos y su salud era afectada por enfermedades estomacales.
Si bien había buscado ayuda en los curanderos, ellos no pudieron ayudarla. Solo cuando comenzó a participar de las reuniones de la Universal, halló la salida para los problemas que enfrentaba. “Usé mi fe en las reuniones y en la Hoguera Santa hasta que toda mi vida fue restaurada. Fui sanada, mi marido cambió, ahora todo está muy bien entre nosotros y se solucionaron los problemas económicos, gracias a Dios tengo nuevos motivos para seguir viviendo”.
Ella concurre a la Universal de Zárate en Justa Lima de Atucha 243.
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