¿Qué es la justicia espiritual y por qué es importante que entiendas qué es? La justicia espiritual es la justicia perfecta, porque esta tiene origen en la propia esencia de la justicia, que es Dios, el Justo Juez. Lo que nos da acceso a esta justicia es la fe y el Señor Jesús, nuestro abogado. De esta manera, solo por la fe alcanzamos los derechos de la justicia espiritual.
De un lado, tenemos a Dios en Su trono de justicia perfecta, que busca hacer lo mejor para Sus hijos, porque es un Padre perfecto. Del otro lado, tenemos hijos que abandonaron al Padre y cometieron injusticias o están sufriendo injusticias. ¿Cuál es el recurso que el Padre perfecto les da a los hijos que creen en Él? El recurso de la fe.
Por eso, en las Sagradas Escrituras, vemos que muchas personas, según los patrones de justicia humanos, no merecían nada de Dios, como Zaqueo, el ladrón en la cruz, la mujer adúltera, la prostituta que lavó los pies de Jesús y tantos otros que eran injustos; pero, por manifestar su fe en Él, recibieron la justicia espiritual. La fe pura y sincera demuestra que una persona es capaz de borrar su pasado. Aunque ella haya cometido errores gravísimos, si Le entrega su vida a Dios, Él la purifica.
Es lo que Jesús les enseñó a los religiosos que intentaron incriminarlo. Ellos Le hablaron de los impuestos y Le preguntaron:
“… ¿Es lícito dar tributo a César, o no?”, Mateo 22:17.
Si Jesús decía que era justo, sería acusado de estar del lado de los romanos y de traicionar al pueblo judío, pero, si decía que era injusto, tendría problemas con las autoridades romanas. Entonces, Jesús, en Su sabiduría, dijo:
“Mostradme la moneda del tributo. Y ellos Le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”, Mateo 22:19-21.
Cuando Le das a Dios lo que es de Él, estás siendo justo con Él. Cuando Le entregamos a Dios nuestra fe, Le damos a Él lo que es de Él y recibimos Su justicia perfecta. Tal vez querés la justicia de Dios, ¿pero vos sos justo con Él? Porque la justicia espiritual es perfecta y no va solo hacia un lado. Entonces, tené cuidado cuando pedís la justicia espiritual, porque esta puede venir en tu contra.