Usuarios y funcionarios de edificios deben seguir importantes reglas de seguridad si la máquina se detiene de repente.
Sí el ascensor se detiene con sus ocupantes, por falta de energía o cualquier otro defecto, nadie debe improvisar o desesperarse. Hay reglas de seguridad específicas a seguir, tanto por los usuarios como por los funcionarios del edificio o empresa.
Si el caso lo requiere, el rescate solo puede realizarlo técnicos de la empresa encargada de la manutención de los elevadores, el cuerpo de bomberos, la policía u otro organismo oficial similar. No es momento de “heroísmos” que puedan empeorar la situación o las consecuencias del caso.
El usuario que quede preso de la máquina precisa, antes que nada, mantener la calma. No hay riesgos, como falta de aire para respirar, por ejemplo. El pánico no solucionará el problema y puede empeorarlo. El ocupante debe usar el interno del elevador para comunicarse con el portero o conserje. A su vez éstos llamarán al técnico de la empresa de mantenimiento. En el caso que el ascensor no tenga interno, deberá accionar el botón de alarma sonora. Nunca intente forzar la puerta.
El funcionario del edificio que atienda debe identificar qué el elevador se detuvo y llamar al técnico (o a los bomberos). También debe verificar si la llave para abrir la puerta está en un lugar seguro donde solo tendrán acceso personas autorizadas y especializadas. Muy importante: el portero o conserje debe calmar a la persona retenida en el ascensor, informándole que el rescate está en camino.
No acepte la ayuda de personas que no están entrenadas para el rescate, o no autorizadas para este tipo de trabajo. Bajo ninguna circunstancia intente salir por su propia cuenta, ya que puede poner en riesgo su propia vida.
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