Mariela: “Llegué al hospital mal, con hemorragias y dolores. Me hicieron estudios y detectaron que tenía un quiste en los ovarios. Me hicieron muchos estudios porque tenían que operarme para quitar ese quiste. Sin embargo, usé mi fe, determiné que me iba a sanar en esta Hoguera Santa del Templo de Salomón y me curé, fui sanada. Usé mi fe, sacrifiqué, di mi todo y funcionó. Me hicieron nuevos estudios y no encontraron nada. No me operaron gracias a Dios”.
Paulina: “Los médicos me dijeron que tenía cáncer de colon, entonces hice mi sacrificio en la Hoguera Santa del Templo de Salomón y después de entregar mi sobre, hice todos los estudios. Los médicos se admiraron de que me haya sanado. Gracias a Dios y a la Hoguera Santa fui sanada y ahora estoy feliz”.
Claudia: “Hice mi sacrificio en la Hoguera Santa del Templo de Salomón porque estando en plena campaña recibo la noticia de que mi padre había sido internado en terapia intensiva. A consecuencia de un ACV él no sentía las piernas, no las podía mover. En ese momento no acepté la situación y determiné la sanidad de mi papá.
Le realizan una tomografía y a las pocas horas el médico informa que la tomografía había salido normal. Él había comenzado a mover las piernas y a tener fuerza. Gracias a Dios y a mi sacrificio en la Hoguera Santa del Templo de Salomón hoy puedo decir que mi papá está totalmente sano”.
Belén: “Antes de participar de la Hoguera Santa en el Templo de Salomón mi vida económica estaba destruida. Yo vivía alquilando y llegué al punto de no tener para pagar. Pasé necesidades, tampoco tenía para comer, entonces, cuando llegó la Hoguera Santa, aproveché la oportunidad.
Quería ese cambio, algo extraordinario en mi vida, así que sacrifiqué mi todo y confié en Dios. Esperé que Él obrara y a la semana recibí un llamado: iba a cobrar una herencia. La cobré y pude comprar mi casa propia, como yo la quería, un auto y también conquisté el negocio. Voy por más, voy a abrir más sucursales”.
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