Teresa, del barrio porteño de Congreso, participa todos los sábados de la reunión de los Casos Imposibles y recibió la respuesta que necesitaba: “Tenía tiroiditis, que es una inflamación de la glándula tiroidea. Empecé a participar de la reunión de los Casos Imposibles y determiné mi sanidad. Me realicé nuevos estudios y gracias a Dios ahora los valores están bajos, el médico se sorprendió y me dijo que no tengo que tomar más medicación. Termino el año sana y muy bien tanto física como espiritualmente para la honra y gloria de Dios”.
La vida de su hija fue restaurada
Paula, viaja todos los sábados desde la localidad bonaerense de Ezeiza para participar de la reunión de los Casos Imposibles. Ese sacrificio dio sus frutos y ella cuenta lo que sucedió: “Mi hija se había enfermado de cáncer, fue duro, pero hice la cadena de los Casos Imposibles por ella y gracias a Dios se curó. Por otro lado, debido a su enfermedad había perdido su trabajo. Yo hice nuevamente la cadena por ella, traje su currículum, perseveré y gracias a Dios ella consiguió trabajo. Estoy muy feliz por ella”.
Si usted tiene un imposible en su vida o en la de algún ser querido, acérquese a participar de la reunión de los Casos Imposibles este sábado a las 9, 19 y especialmente a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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