Juan: “Hace cuatro domingos que hago el Tratamiento Espiritual, yo tenía vicios de cocaína, marihuana, pastillas y alcohol y a través del tratamiento de los domingos fui libre de las adicciones. Hace cuatro domingos que no quiero saber nada de nada. Fueron veinte años de vicios, ahora soy libre”.
Constanza: “Desde los seis años de edad que yo sufría alergia en las vías respiratorias y este año hace unos meses me atacó muy fuerte. Tuve que volver al médico, estaba con medicación, con el puff. Empecé el tratamiento con el agua del Tratamiento Espiritual, todas las noches bebía un poquito del agua, ese fue mi propósito y a la semana fui curada”.
Eva: “Tengo un hijo que estuvo detenido seis años y eso lo hizo estar muy depresivo, no comía y se la pasaba durmiendo. Era una persona muerta en vida. Usé la fe, puse el agua del Tratamiento Espiritual en la cama, en la ropa, en la almohada, en el mate, en todos lados y gracias a Dios ahora mi hijo trabaja, come, vive una vida normal. Incluso me ayuda en el negocio”.
Clara: “Hicimos el Tratamiento Espiritual porque mi hija tenía una enfermedad, era oxígeno dependiente, el cinco de noviembre la llevé al Hospital Garrahan y no tiene lo que ellos decían que era bronquiectasia. Fue comprobado y traje todos los estudios que demuestran que ella tenía insuficiencia respiratoria y atelectasia. Pedían una mochila, un transportador y no fueron necesarios, Dios obró”.
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