El camino hacia el éxito exige paciencia, firmeza y disciplina. En el camino hacia el éxito es imprescindible, organización, planificación y autocontrol. La única forma de desarrollar la disciplina es mediante el uso de su capacidad de tomar decisiones.
En primer lugar, necesita planificar lo que va a hacer. Piense si necesita resolver algo o si necesita desarrollar un hábito. Planee su día, su mes y su año, anote todo y comprométase a cumplir con sus metas.
Aprender a decirse NO a uno mismo es importante en los momentos difíciles. Pensar antes de hablar y actuar, medir las consecuencias de sus actos le ahorrarán malos momentos. Apague el televisor y trabaje en ese proyecto que había quedado relegado hace ya mucho tiempo. Visualice lo que quiere alcanzar y trabaje duro para lograrlo, aún si surgen grandes dificultades, mentalícese y el éxito será inevitable.
Sus proyectos se realizaron
Alejandro: “Yo estudiaba en la Facultad de La Plata. Buscaba trabajo y no conseguía, vivía en una habitación de 3×4 metros, estudiaba, pero mi mente estaba como bloqueada. Me empecé a deprimir, eso duró alrededor de 5 años. Mi carrera no avanzaba y mi vida personal y económica tampoco. Me mantenían mis padres, pasé meses tomando solo mate.
Empecé a usar la fe, empecé a venir los lunes y comencé a desafiarme, a poner metas en mi vida. Logré recibirme, soy astrónomo. Aunque soy científico hice un pacto con Dios y pude hacer en cuatro meses lo que no había hecho en 4 años.
Entré en un organismo del Estado como director científico, a pesar de que no tenía experiencia. En 15 días viajo a un Congreso en Estados Unidos, en un par de meses viajo a Francia por lo mismo. Todo eso vino a través de la fe en Dios, las puertas fueron abiertas de par en par”.
David y Agustina: “Antes, mi esposa y yo teníamos una economía básica tirando a mala. Ya teníamos dos hijos y vivíamos en un departamento de una habitación que se caía a pedazos. Mis hijos se enfermaban por la humedad que había.
Cuando empezamos a participar del Congreso nuestra mente cambió, empezamos a escuchar las orientaciones que nos daban y las pusimos por obra. Con el tiempo nuestra situación económica comenzó a cambiar.
Teníamos un local muy lindo de ropa, pero no se vendía nada, solo daba pérdidas. Así que lo cerramos y nos mudamos a uno nuevo. Nuestra visión cambió completamente, este año que pasó fuimos osados, a pesar de no tener las condiciones. Luchamos juntos, teníamos el proyecto de comprarnos un autito, pero logramos nuestra camioneta. En dos meses abrimos tres locales juntos y no estamos satisfechos, vamos por más”.
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