Desde el 2 al 9 de septiembre
“Volveos a mí y yo me volveré a vosotros“ Zacarías 1:3
En el versículo citado, Dios deja claro que el ser humano necesita volverse a Él para que el sufrimiento tenga un fin. Y más adelante, condiciona esa vuelta, en los diezmos y en las ofrendas.
Tal vez usted se pregunte: ¿Qué tiene que ver el dinero con volverse a Dios? Ese es el pensamiento de las personas que no conocen la Palabra. Los diezmos y las ofrendas representan al Señor Jesús, que fue dado a la humanidad; Dios nos dio la salvación a través de Su hijo.
Por eso, es necesario que se extraiga el espíritu del mensaje de Dios y que haya una definición: la persona sirve a Dios o al diablo. Cuando se elige servir a Dios, el diablo se convierte en un opositor y está obligado a salir de la vida del fiel. Pues Dios condiciona la entrada frente a su Trono por la puerta de los diezmos y de las ofrendas, y Sus promesas son para los que creen. Y cuando se lleva los primeros frutos del trabajo a la Casa de Dios, estamos reconociendo que el Señor creó todas las cosas. Y, con seguridad, ese reconocimiento elimina el espíritu de la maldición que amenaza en la sociedad.
Para concientizar el mayor número posible de personas sobre la santidad de los diezmos y de las ofrendas, desde el 2 al 9 de septiembre, la Iglesia Universal del Reino de Dios va a contar con una semana especial para todos los diezmistas: la semana de la lucha con Dios. No pierda la oportunidad de probar a Dios y ver los resultados positivos en su vida.
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3:10