«Y que nadie es justificado ante Dios por la Ley es evidente, porque el Justo vivirá por la fe». Gálatas 3:11
«He aquí, por mi bienestar tuve gran amargura; eres Tú quien ha guardado mi alma del abismo de la nada, porque echaste tras Tus espaldas todos mis pecados».
Isaías 38:17
«Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho Maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero),
a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la Promesa del Espíritu mediante la fe».
Gálatas 3:13-14