Adriana Rodríguez, como toda madre, sufría al ver a su hijo enfermo, Thiago, padecía fuertes crisis asmáticas y pasaba sus días de hospital en hospital. Cuando él era un bebé, después de que visitaron varios médicos, le diagnosticaron que tendría asma de por vida. Esa noticia modificó drásticamente el panorama esperanzador que Adriana tenía.
“Durante cinco años andábamos de hospital en hospital porque se le cerraba la faringe. Le colocaban suero y oxígeno, lo medicaban pero eso le quitaba las pocas defensas que tenía dejándolo aún más débil”, cuenta Adriana, al recordar cuánto sufría su hijo.
La tristeza, la angustia y la desesperación se apoderaban de ella, ya que no sabía qué más hacer para ver a su hijo sano. Pero cuando comenzó a participar de las reuniones de la Universal, vio la oportunidad de que su hijo sea sanado completamente en el Santuario.
“Al escuchar hablar de la Campaña del Santuario, dentro de mí hablaba con Dios que si Él había obrado en la vida de tantas personas, por lo que vi en los testimonios, por qué no iba a obrar en la vida de Thiago. Entonces tomé una decisión, actué con fe e hice mi voto con Dios. Él me respondió, mi hijo fue sanado y ahora lleva una vida normal”, cuenta.
Luego de que le realizaran los análisis correspondientes, los médicos comprobaron que Thiago está sanado de asma. Hoy él disfruta de una vida saludable. “Gracias a Dios pude comprobar Su gran poder en mi vida y en la vida de mi hijo”, concluye feliz junto a Thiago.
Ellos concurren a la Universal de Córdoba ubicada en Rivadavia 50.
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