“Siempre me consideré una hija de Dios, pero en la Iglesia aprendí que soy solo una criatura porque aún no fui sellada con el Espíritu Santo.
He luchado para ser diferente. He vivido lejos del pecado y me he esforzado para agradar a mi Señor. Ya cambié en muchas cosas, sin embargo, aún no recibí el sello del Espíritu Santo.
¿Realmente no soy una hija de Dios por el hecho de no tener el Espíritu Santo? Por favor, ¿me puede sacar esa duda? ¡Muchas gracias!
Respuesta:
Mi linda, yo entiendo perfectamente su duda y puedo garantizarle que esa es la misma duda de muchas personas.
¡La respuesta es muy simple! En realidad, solo los que nacen de Dios pueden ser considerados hijos de Dios, sin embargo el bautismo con el Espíritu Santo no es el nuevo nacimiento y sí la confirmación del Sello Divino.
El nuevo nacimiento sucede antes del bautismo con el Espíritu Santo, porque Él solo puede habitar en una persona después de que ella nació de Dios, o sea, después de que ella pasa a tener una vida limpia y lejos del pecado.
Entonces, ¿qué es el nuevo nacimiento y cómo sucede? El nuevo nacimiento sucede cuando la persona reconoce sus pecados, su insignificancia, y decide cambiar el rumbo de su vida. Cuando pasa a vivir de manera diferente y lejos de todo lo que pueda comprometer su Salvación y desagradar a su Padre.
Por lo tanto, sí, es posible que una persona haya nacido de Dios, sin que todavía haya logrado el bautismo con el Espíritu Santo, sin embargo una vez que el nuevo nacimiento sucede, ¡el bautismo con el Espíritu Santo viene inmediatamente después!
Espero haber ayudado.
En la fe.
(*) Respuesta retirada del blog de Cristiane Cardoso
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