Estos cambios climáticos traen consigo una serie de efectos que sufre nuestro organismo
En invierno muchos experimentan una baja en el ánimo que roza la depresión, de hecho a este estado se le conoce como depresión estacional. En muchos casos se debe a la carencia de determinados nutrientes en el organismo, un desajuste que podemos evitar.
Antes de nada debemos saber cuáles son los síntomas que nos demuestran que padecemos este mal. Entre ellos destaca la falta de interés por las cosas, la dificultad para conciliar el sueño, los ánimos bajos frente a las diferentes circunstancias que se presentan, irritabilidad, problemas de concentración, mal humor… Estos síntomas pueden atestiguar que algo en nuestro estado de ánimo no marcha bien, y por ello debemos poner el remido cuanto antes.
Desde luego que esta situación suele ser pasajera, y por ello la tenemos que atajar desde el principio y atacarla de raíz para lograr que desaparezca o que sus síntomas se minimicen al máximo. Para saber cómo acabar con esta depresión es necesario que conozcamos sus causas. Aunque no se saben con exactitud, se baraja como principal causa el cambio hormonal que tiene lugar en el organismo a causa de los cambios climáticos y la reducción de la luz solar.
Estos cambios climáticos traen consigo una serie de efectos que sufre nuestro organismo. Para comenzar el cuerpo produce más melatonina, que es la hormona que genera la falta de interés. Al aumentar esta hormona parece que siempre estamos cansados y se aumentan las ganas de descansar y pasar más tiempo durmiendo. Además es la culpable de que disminuya la temperatura corporal y sintamos la necesidad de ingerir más alimentos para conseguir calorías.
La serotonina también disminuye con el cambio de estación. Esta hormona se ve resentida al aumentar la melatonina. Con esta disminución nuestro estado de ánimo se desequilibra al igual que los ciclos de sueño y los cambios de humor. Con la falta de luz también disminuye la dopamina, lo que provoca la pérdida de atención y el desinterés por lo que nos rodea.
A pesar de que estos trastornos del estado de ánimo deben consultarse a especialistas, podemos mejorar sus síntomas mediante la alimentación. Es importante que mantengamos al organismo nutrido de ciertas sustancias como las vitaminas, entre las que destaca la C y la B que actúan sobre el sistema nervio y nos ayudan a mantener el estado de ánimo. Junto a estos nutrientes debemos mantener niveles adecuados de calcio y magnesio, necesarios para la producción de neurotransmisores.
La práctica de deporte es una buena manera de recuperar el ánimo, al igual que recurrir a la risa y el entretenimiento en esta época del año.