Alguien me preguntó: “¿Cómo hago para ser como usted?” Mi primera reacción, silenciosa, fue: “¿Quién soy yo para que usted quiera ser igual a mí?”Pero entendí lo que él buscaba. El joven quería consejos de cómo obtener éxito en el trabajo, en el matrimonio, en el camino cristiano, entre otras cosas. Y me hizo recordar algo muy común que sucede con las personas.