“Se deleitará en el temor del Señor, y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos;” Isaías 11.3
El que vive la fe inteligente sabe juzgar a las personas de acuerdo con los pensamientos de Dios. No es manipulado por las emociones humanas, sino que asume la autoridad a él confiada en beneficio del pueblo del Altísimo Señor.